Día del Libro en el Parque Labordeta de Zaragoza

En el Día del libro en el parque Labordeta de Zaragoza, llevamos la nueva novela. Como siempre fue un éxito de ventas.

…y comimos pastel de Sant Jordi.
La trilogía de los Misterios de JB

http://www.manilahotelnovela.com

http://www.losinfinitosnombresdeldiablo.com

La calva de Shakespeare en el Día del Libro

La nueva novela de la saga de «Los misterios de JB», estará presente en al Día del Libro en el Parque Labordeta de Zaragoza. También la podéis pedir en vuestra librería favorita o en la página de la editorial:

https://www.editorialcomuniter.es/la-calva-de-shakespeare-el-nuevo-libro-de-la-serie-los-misterios-de-jb/

Además en esta página podéis encontrar detalles, fotografías y resúmenes de la novela.

Os adjunto el plano de la localización. La Asociación de Escritores de Aragón estará en los stands 60-61 y 62 y el de Editorial Comuniter en el 1 y 2 por el acceso

Os incluyo el listado de firmas y horarios de las y los escritores en la AAEE, yo estaré de 18 a 19. El resto del día en el espacio de Editorial Comuniter.

Las aventuras de JB

Los tres libros de la saga

 / JORDISIRACUSA

Estos son los tres títulos de la saga que ya están a la venta. Pedidlos en vuestras librerías o en Editorial Comuniter https://www.editorialcomuniter.es/

Para pedir cada uno de los títulos:

https://www.editorialcomuniter.es/libro/la-calva-de-shakespeare/

https://www.editorialcomuniter.es/libro/los-infinitos-nombres-del-diablo/https://c0.pubmine.com/sf/0.0.3/html/safeframe.htmlREPORT THIS AD

https://www.editorialcomuniter.es/libro/manila-hotel-una-aventura-de-jb/

LAS AVENTURAS DE:

JB

Frases de la novela

En La calva de Shakespeare los personajes y el narrador dicen, unos en los diálogos y el protagonista en su condición de contador de la historia, frases como la que os incluyo a continuación:

La Barcelona de infinitos días y astrales noches, es hija del Mediterráneo, una mar sin abismos, pero con pasiones milenarias; dócil en ocasiones, iracunda en otras, como una mujer enamorada.

La famosa fuente de Canaletas
La misma fuente, hace unos años. Foto: Milagros Caturla
La cúpula del Hotel Manila en los años 70
El autor en su despacho del Manila Hotel.

La novela saldrá este próximo octubre a la venta

La calva de Shakespeare, saldrá al fin a la venta a primeros de octubre. Este ha sido un año en blanco por la crisis sanitaria, pero nada detiene a la fantasía ni a una lectora o a un lector entusiasmados. Pedidla a vuestra librería de confianza, pero si preferís recibirla en casa sin costes de envío podéis hacerlo en la página de la Editorial Comuniter:

https://www.editorialcomuniter.es/libro/la-calva-de-shakespeare/

Tercera novela de la saga de los misterios de JB. Después de Manila Hotel y Los infinitos nombres del diablo, ahora: La calva de Shakespeare

Fallece Billy el Niño, uno de los personajes que aparecen en mi novela.

En mi novela La calva de Shakespeare , aparece el antiguo agente de la brigada política del franquismo.

La aparición de la novela, prevista para el pasado Día del Libro, ha tenido un retraso lógico por la situación pandémica que vivimos estos días. Mi intención era hacerle llegar un ejemplar a Juan Antonio González Pacheco, conocido como Billy el niño. Le pusieron este mote por la facilidad que tenía para sacar el arma. No ha sido posible y, tal vez, se haya ahorrado un disgusto… y quizás, yo también.

Mucho se ha escrito sobre el tipo en cuestión. Lo cierto es que, este icono de la represión franquista, se ha ido al otro mundo sin ser juzgado por sus crímenes y sin serle retiradas las medallas, que por sus atrocidades, le regalo el régimen. No quiero juzgarle, ni decir que, en este caso, la cobid19 ha hecho justicia, sólo os incluyo la parte de la novela en la que sale él.

PAGÍNAS 98 Y 99

Llegué al Manila y me dirigí al bar donde me esperaban dos chacales de la Social. Uno de ellos se encaminó en dirección a la entrada, seguramente para cubrir una posible huida. El otro vino directo a mí, señalándome con un índice torcido como sus intenciones. Era un tipo joven, pequeñajo y torpe, de rostro cerúleo y melena larga y alborotada que nevaban de caspa el cuello y las solapas de su chaqueta. En aquel mismo momento un par de coches oficiales con Pelayo Ros y sus invitados aparcaban frente al hotel.
El retaco de rostro aniñado levantó la testuz para llegar a mi altura y poder mirarme a los ojos.
—Brotons –dijo tuteándome–, tendrá que acompañarme.
—¿Adónde? –le pregunté, para ganar tiempo.
—A la Jefatura Superior de Policía.
En aquel momento entraba el gobernador civil y su chispada comitiva. El policía que cubría los accesos se cuadró al reconocerle.
—Caramba, Brotons –exclamó el gobernador civil desde la entrada, venimos dispuestos a probar lo surtida que está su bodega.
—Encantado, gobernador. Me disculpará un momento, el señor… –dije señalando al policía–, quería preguntarme algo.
—Pues dese prisa, agente, Brotons tiene que atendernos.
El fulano de la melena larga y casposa vaciló.
—Venga Brotons, que tenemos sed… ¡Ah! Y mañana quiero verle en la representación del Liceo. No me falle –profirió Pelayo Ros, mirando de soslayo a los dos policías.
—Acudiré con mucho gusto, señor gobernador.
—Eso espero, si no soy capaz de enviarle a… ¿cómo se llama usted? –preguntó al poli bajito de cara de cera.
—González Pacheco, excelencia.
—No le conozco, González.
—Soy de Madrid, estamos en Barcelona de apoyo al comisario Vicente
Creix.
—¿González Pacheco? No será usted el del lío del estudiante.
—Me temo que sí, gobernador.
—Pues dese una vuelta por ahí y dígale a Creix que deje de hacer el capullo.
Me había salvado por la campana, es decir, por don Pelayo… Pelayo Ros.
—Ya puedes estar contento, Brotons, te he sacado de encima nada menos
que a Billy el Niño, ese también es de los que se le caen los detenidos desde las ventanas, como a tu amigo Creix.
—¿Y cómo llega un tipo tan pequeño al quicio de la ventana? –dije, ya más tranquilo.
—No juegues con tu buena suerte, Brotons –contestó el gobernador, dando un largo trago a su bebida…

El Liceo de Barcelona en «La Calva de Shakespeare»

La novela se inicia en Stratford-upon-Avon – ver entrada anterior -, pero la acción empieza en el Liceo de Barcelona. En sus dependencias y en sus sótanos están muchas de las razones para la intriga.

Gran Teatro del Liceo de Barcelona

El arquitecto reconstruyó Liceu aboga por reproducir Notre Dame igual
Un lugar que ni los incendios… Foto: El Periódico
HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL timeline | Timetoast timelines
Atentado anarquista en el Liceu
Ni las bombas (Dibujo de La Vanguardia)
Orsini, la bomba que desató el terror en el Liceu
Han podido acallar. Grabado de La Vanguardia de Barcelona del atentado al Liceo
Postal antigua del Liceo
De la novela La calva de Shakespeare de Jordi Siracusa
Las entrañas del Liceo
Puerta de acceso al exclusivo Club del Cículo del Liceo
RECEPCIÓN DEL CÍRCULO
Escalera de recepción con las famosas cristaleras con escenas del «ORO DE RIN» de Wagner
Escalera CON EL vitral representando «El Entierro de Sigfrido»
Detalle
Salón Chimenea del Círculo del Liceo
Salón de los Espejos del Liceo

Por si queréis escuchar música mientras miráis la página.

Escenario del Liceo. Las fotos, la mayoría de ellas, están obtenidas del Liceo de Barcelona.

«La calva de Shakespeare» empieza en Stratford-upon-Avon

Aunque, como os decía en el post anterior, la mayor parte de la acción transcurre en la Barcelona de 1972, todo se inicia lejos y hace mucho, mucho tiempo. Concretamente en Stratford-upon-Avon y en 1794.

ÚNICO MANUSCRITO DE PUÑO Y LETRA DE SHAKESPEARE.
Parte de la obra “Sir Thomas More”, Biblioteca Británica, Londres
Iglesia de la Santisima Trinidad de Stratford-upon-Avon, donde está enterrado Shakespeare
Detalle
Interior de la Iglesia
Tumba de Shakespeare, con la advertencia escrita en ella
La advertencia sobre la losa

Texto de la tumba:

Buen amigo, por Jesús abstente de cavar en el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos.

Allí empieza todo.

Por si os apetece escuchar música mientras miráis la página:

Y tal como la creo Enrique VIII para Ana Bolena